Escribir un hijo, plantar un blog y tener un huerto.

El dicho famoso de las 3 cosas que se deben hacer en la vida, creo que debería renovarse. Si libro significa el escribir tus memorias o el simple hecho de escribir algo para compartirlo con los demás o con la posteridad, puede ser perfectamente sustituido por un blog. Renovarse o morir. Mi blog va a cumplir 2 añitos y sin duda es una de las aficiones que mas me dura, practicada con cierta regularidad.

Escribir un libro o blog, hecho!.
En mi afán por sobrellevar la “desaceleración” de mi economía personal, sigo probando trucos anticrisis. La semana pasada una idea germinó en mi cabeza. Así que el sábado me levanté pronto y me planté en un “garden center” o invernadero de toda la vida. Por 3 rumbosos euros me hice con toda un colección de plantitas de no mas de medio palmo. Ya en casa armada de guantes y pala, reciclé todas las macetas de las plantas que huracán-mama dejó y que se inmolaron tras su marcha. (Yo las regaba, lo prometo). Al final de la tarde y con una buena dosis de agujetas, lucia hermoso mi huerto en macetas. En 2 semanas podré empezar a disfrutar de lechugas, tomates, pimientos, remolacha, puerros y 6 cosas más que no tengo ni idea. Resulta que me emocioné a coger brotes de los semilleros, uno de cada bandeja, uno de cada bandeja y no tengo ni idea de lo que cogí. Como los mezclé todos, la del invernadero tampoco sabía decirme. Sorpresa, sorpresa a saber lo que crece, igual pongo unas fotos y hacemos un porra. ¿Planta carnívora, palmera cocotera, cicuta?. De pequeña planté unos cuantos árboles, pero lo del huerto sin gastos de transporte, sin manipulado y sin embalajes innecesarios, anda que no es inversión sostenible.

Plantar un árbol o huerto, hecho!.

Tener un hijo… estooo … ¿pasapalabra?

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