Cuando asegurar que eras feliz, sonaba a pecado.

No iba publicar esto. La idea era escribir para mi, porque no se explicar con palabras que me pasa a nadie que me conozca, incluso bien. Escribir lo que siento me ayuda mucho, es como terapia, pero publicarlo explica mi ausencia bloguera. Iba a cerrar el blog así sin avisar, no me gusta cuando un blog que me gusta, cierra con el consiguiente post, de no se si volveré, no tengo más ideas, no tengo tiempo, etc… Pero esto de bloguear debe ser una especie de droga de la que no puedes desengancharte.

Hubo un tiempo en el que era feliz sin motivos. Cuando te preguntan si eres feliz lo socialmente aceptado es que digas un poco, o lo tan repetido, tengo mis cosas pero si. Si dices que no lo eres, caerás en el agujero de ser amargado y no valorar las pequeñas cosas de la vida, que la hacen verdaderamente feliz. Tienes que ser feliz, pero no del todo, para que el resto pueda pensar que también tiene sus cosas pero es más feliz que tu. La situación se pone tensa cuando dices que eres plenamente feliz. No vale que acabes de casarte o ser padre primerizo. No puedes ser feliz del todo, porque te recordaran continuamente lo rápido que crecen sin que te descuenta y lo mucho que tienes que aprovechar el principio del matrimonio antes de que ataque la rutina. Pero que pasa cuando eres feliz sin motivo. Creo que despiertas esos bajos instintos de celos y envidia, de cómo Fulanito puede estar peor que yo y ser mas feliz.
En ese tiempo que comenté yo era feliz, pero no feliz de bajar saltimbanqueando las cuestas, tenia una paz y felicidad interiores que no había experimentado jamás. No tenía trabajo, no tenía dinero y no tenía pareja, y os prometo que era feliz. Pero sentía gran incomodidad al comunicárselo a los demás, me sentía reprobada “como puedes ser feliz, con lo mal que va el mundo“, “o con lo que le pasa a menganito o a mi mismo”. el tema ya tocaba fondo cuando, me decían “que bien te lo estas tomando con tu situación, pero cuando empieces a buscar trabajo no pierdas esa actitud” . Era como escuchar el doblaje en el interior de mi cabeza, “oye que tienes que agobiarte, que no tienes trabajo, no puede ser feliz, NO PUEDES SER FELIZ, mírame yo trabajo mil horas, y mi marido, y tu no haces nada, ya me gustaría mi estar como tu” pero es imposible poca gente es capaz de ser feliz por ver a otro feliz, tenga mas o menos que tu, es socialmente inconcebible. No he hablado jamás con nadie de este tema, es posible que yo sea la única que lo piense, decir que eres plenamente feliz no es socialmente aceptable, eres un ínsolidario.
El que fuera feliz no implicaba, que mirara mi ombligo y nada más, muchas veces me auto regañaba al mirar las noticias, “¿no ves como esta el mundo?, deberías sufrir un poco por todos”. Ya lo hago miles de horas al día cuando no soy feliz al 100%, que hasta yo me autorreproche el ser feliz, es cosa bastante triste.
Luego llegó el idiotizador a mi vida y algunos acontecimientos mas, y con todo eso; momentos que podría jurar sobre fuego que nada desearía cambiar de aquel instante, nada me hubiera hecho mas felíz, no se podía. Ni incluso que me tocara la lotería. Pienso que esto último me agobiaría bastante en un principio. Creo que he comentado alguna vez mi incapacidad para tramitar las situaciones positivas en exceso. Estoy altamente entrenada en afrontar situaciones negativas, se me dan mejor. Ante algo negativo sabes bien que hacer, aceptarlo, buscar solución, enfrentarte a tu miedo, dolor, agobio o sentimiento negativo que te provoque y buscar la moraleja de la situación. Pero ante algo positivo y desbordante ¿que haces?, sentarte a disfrutar sin mas… no se al resto pero a mi no me sale.

Ser feliz tiene bastante de actitud. La Felicidad es una actitud, influenciada enormemente por las circunstancias del individuo, pero tiene mucho de actitud. Estoy queda muy de libro de autoayuda, pero enseguida le quito el glamour. Pongamos que yo soy una ensaladera redondita, puedo tener mil ingredientes, pero si no tengo salsa no tiene gracia. Si tengo pocos ingredientes pero salsa, también estoy estupenda.

Ahora es donde debería decir que no es que no sea feliz en este momento, pero que no es como antes. Mentiría. Feliz después de sentir aquello soy incapaz de asegurar que lo soy. Tengo la salsa medio agriada.

Quien diga que ahora tengo al Idiotizador y dos trabajos, lo apaleo. Como románticos salen debajo de las piedras y fundamentalistas de que el amor todo lo puede también, añadiré que al Idiotizador lo quiero mucho muchísimo, pero que es una de las causas fundamentales de mi infelicidad. Es mas estoy convencida de que el tampoco es feliz o te dirá lo de soy feliz pero tengo mis cosillas… Corazones que pensáis que soy una sacrílega, os diré que cuando el 70% de tu tiempo no deseas estar donde estas, es que no eres feliz. Y no vale decir “yo tampoco, yo quiero estar en Taití el resto de mi vida“. “Te queda el 30%” diréis pero ese 30% estoy durmiendo y ahí me sitúo en sueños donde me de la gana, si no cene excesivamente como para tener pesadillas.
“Pero el amor, es precioso, todo lo que te hace sentir”; hace mucho años escribí en un diario que conservo y que me da miedo reeler: Que enamorarse conllevaba altas dosis de sufrimiento y quien no estuviera dispuesto a sufrir, mejor no se embarcara. Hay quien sufre por no ser correspondido, por la perdida del amor mismo, o por la distancia, mi caso concreto. Yo nunca estuve dispuesta a sufrir me parecía un precio muy alto, en compensación. Pero esos ojos y esos abrazos se colaron de golpe, y no hubo remedio, suspirar como Rapuntzel en lo alto de su torre tampoco parecía tan duro. Hasta que me desperté de la anestesia llorando porque lo echaba mucho de menos. Esos niveles conciencia primaria son muy traicioneros. (Por si alguien dudaba, sobreviví a la operación, pero no escribo por que ando con elucubraciones como estas, que no se puede estar a todo).

Podría intentar concentrarme sobre mis trabajos mientras dura este tiempo (no hay mal que cien años dure, ni nadie que lo soporte). Pero tengo la sensación de haberme convertido en un ser ambicioso y oscuro, obsesionado con trabajar todas las horas posibles del día. Y que a medida que incrementa mínimamente su cuenta se vuelve más y más tacaño al ver lo que le costó ganarlo. Si me estuviera labrando una mini fortuna, o ganar un sueldazo, o un poco mas de la cuenta para tiempos o inversiones posteriores, pues tendría su mérito. Pero para colmo es por pura supervivencia y para llegar a fin de mes, muy patético todo.

Así que resumiendo estoy en un impás de mi vida en la que repaso y replanteo las cosas, como llegué a esta situación, si es por que me llovió o donde metí la pata, si debo hacer algo o esperar un poco en plan sacrificio, que debo hacer, hacer lo correcto, lo adecuado o lo deseado. Y descubrir si voy por buen camino o si la estoy gambando bien. Descubrir donde lleva mi camino también me ayudaría bastante, pero igual es abusar.

Una solución que abarcaría todo, sería secuestrar al Idiotizador y llevarlo a algún fértil y fructífero país tropical, donde vivir con lo puesto y del trabajo manual, sin capitalismos creadores de personas insatisfechas, pero no se yo si el estaría muy de acuerdo, si hay donde pescar igual se deja.

Después de releer esto no se si, me quitaron el gen de la risa en la operación, porque antes me inspiraba mas y me salía mas gracioso, pero si tardo en escribir que nadie se preocupe es que en estos emparedados mentales me hallo.