Tuuuuurutu tu tururu tu tu tururu tu tu turururuuú

“Cuidado con lo que sueñas
puede hacerse realidad.
¿Perseguir los sueños
o dejarlos pasar?
Cuando crees que estas cerca
tras la curva desaparecerán
y si desistes de ellos
en la esquina provocadores asomaran.
¿De que huyen los sueños?
¿De que se puedan lograr?
Por qué correr de tras de ellos,
si van corriendo,
en la próxima vuelta
pienso dejarme alcanzar.”


En estos atracos de literatura creativa casera, estaba yo entretenida, cuando una voz, en una conversación ajena, resonó a mis espaldas…

"El pasado siempre nos persigue"


No puede evitar imaginarme a mis sueños huyendo despavoridos, yo tratando de alcanzarlos sin descanso, detrás persiguiendo renqueante mi pasado y la música de Benny Hill de fondo…

Vendetta caggona

Desde que llegamos a esta casa, mi padre se dedicó todos los medios días a una paciente tarea: rastrear todos los trozos de pan del día anterior, desmenuzarlos a conciencia y alimentar a los pajarillos.

Cuando llegamos no había pájaros en nuestro jardín, el gato de un vecino paseaba bastante y los ahuyentaba. Mi padre y yo siempre quisimos ser como San Francisco de Asis. Su leyenda dice que se le acercaban todos los animalillos sin miedo.

Yo no tube tanta paciencia, pero mi padre si, durante 13 años echó miguitas en el caminito de casa para los pajaritos. Y a los pajaritos les gustó.

En un par de años el vivían en el jardín un montón de ellos. (El gato desapareció. Después empezaron a acercarse los pájaros del parque de enfrente, mas tarde los de toda la calle, después vinieron las tórtolas de un palomar del barrio y los ratones de campo que recogían lo que apenas dejaban las aves.

Al principio solo se acercaban una vez que habíamos entrado en casa y cerrado la puerta, y si nos asomábamos tras el cristal huían. Nunca llegaron a comer en la mano, pero ahora, si hay comida, hasta que casi estas encima no se apartan.

Recuerdo un cumpleaños, regalamos a mi padre un comedero para pájaros, para colaborar con su ong.

Otra de las cosas que hacen nuestros pajaritos, es tratar de traspasar los cristales cuando están limpios. Por solidaridad los limpio cuando ya no se ve a través de ellos.

También recuerdo un domingo hace años, por la mañana, a primera hora, todavía estaba en la cama, lamentándome. Por aquel entonces yo me sentía como una roca contra la que rompían las olas (mis personas cercanas) y salían maltrechas. Cuando un proyectil chocó contra mi ventana, dejando la silueta abstracta de un pájaro estrampado en el polvo del cristal.

El pobre animalito estaba inmóvil en el suelo. Bajé corriendo pensando que incluso los pájaros morían al chocar contra mí. (Duermo debajo del cristal de la ventana). No estaba muerto porque movía los ojos y hasta que no le di calor con las manos un rato, no echo a volar.

Cuando emancipé a mis padres, la ración de migas, bajo considerablemente hasta desaparecer, pero es que comprar pan de mas para dárselo me da no se que. Pensé que los pájaros ya no vendrían tanto por el jardín pero siguieron volando y cantando igual que siempre.

Hasta esta primavera. Al principio me hizo gracia, descubrir huesitos de cereza en el caminito a casa. “Mira que simpáticos” – me decía – “cogen las cerezas de los árboles de enfrente y vienen a comerlas aquí”. Es muy curioso, dejan los huesos limpios, limpios como si nunca hubieran tenido pulpa alrededor.

Los huesos solo aparecían en determinados puntos del caminito a casa. Cuando resbalé por segunda vez con las acumulaciones, empecé a pensar si no serían premeditadas las posiciones.

Hoy se me dio por hacer limpieza mas afondo de lo habitual en mi casa. Y lo he visto claro. En mi cuarto y solo en mi cuarto (no son tontos, los tíos) me he encontrado, ciertos regalitos escondidos. No se si son unos cachondos o muy inteligentes, pero que nadie me diga que es puro azar, que me encuentre cagarrutias debajo de mi cama y dentro de un altavoz de la cadena de música.

¿Alguien ha visto a un pájaro meterse debajo de una cama? Por que yo no. Gorrión- contorsionista por lo menos para dejar el detalle dentro de altavoz. Para rematar, una vez terminado de limpiar mi cuarto me ausento unos momentos y la vuelta me encuentro una fresca y reciente encima de un armario. Por si no me había dado por aludida.

Por el momento me he ido directa a la panera coger todo lo que hubiera de ayer, de hoy y para mañana.

Porque, que queréis que os diga, son muchos, y si se organizan en bandadas, no se lo que pueden llegar a hacer.

Escribir un hijo, plantar un blog y tener un huerto.

El dicho famoso de las 3 cosas que se deben hacer en la vida, creo que debería renovarse. Si libro significa el escribir tus memorias o el simple hecho de escribir algo para compartirlo con los demás o con la posteridad, puede ser perfectamente sustituido por un blog. Renovarse o morir. Mi blog va a cumplir 2 añitos y sin duda es una de las aficiones que mas me dura, practicada con cierta regularidad.

Escribir un libro o blog, hecho!.
En mi afán por sobrellevar la “desaceleración” de mi economía personal, sigo probando trucos anticrisis. La semana pasada una idea germinó en mi cabeza. Así que el sábado me levanté pronto y me planté en un “garden center” o invernadero de toda la vida. Por 3 rumbosos euros me hice con toda un colección de plantitas de no mas de medio palmo. Ya en casa armada de guantes y pala, reciclé todas las macetas de las plantas que huracán-mama dejó y que se inmolaron tras su marcha. (Yo las regaba, lo prometo). Al final de la tarde y con una buena dosis de agujetas, lucia hermoso mi huerto en macetas. En 2 semanas podré empezar a disfrutar de lechugas, tomates, pimientos, remolacha, puerros y 6 cosas más que no tengo ni idea. Resulta que me emocioné a coger brotes de los semilleros, uno de cada bandeja, uno de cada bandeja y no tengo ni idea de lo que cogí. Como los mezclé todos, la del invernadero tampoco sabía decirme. Sorpresa, sorpresa a saber lo que crece, igual pongo unas fotos y hacemos un porra. ¿Planta carnívora, palmera cocotera, cicuta?. De pequeña planté unos cuantos árboles, pero lo del huerto sin gastos de transporte, sin manipulado y sin embalajes innecesarios, anda que no es inversión sostenible.

Plantar un árbol o huerto, hecho!.

Tener un hijo… estooo … ¿pasapalabra?

15 de junio de 2010

Cualquier día de 2012 o 10 o incluso antes.

06:00 Suena el despertador. Me duele la cabeza, hace mucho que perdí la costumbre de los 5 minutos más. Choco con mi pareja en el baño y nos intercambiamos unos gruñidos. Voy corriendo a la cocina a preparar las neveras con la comida. Una para mi pareja y otra para mí, el niño gracias que come en la guardería. Mi marido entra a trabajar a las 7, así que sale corriendo, con la nevera a medio cerrar. “Te he puesto la ensalada separa…”- plaff cierra la puerta – “…da”. No he podido terminar mi frase.

07:00 Voy al cuarto del niño. Duerme con esa cara de ángel, que me hace sentir culpable cada mañana, por hacerle madrugar. Antes mi madre no trabajaba por lo menos podía dormir tranquilo, cuando congelaron las pensiones, tuvo que ponerse a trabajar y decidimos llevar al niño a la guardería. La madre de mi pareja cuida en su casa, a sus padres, a su suegro, y los abuelos de mí cuñada, como era la única que tenía “sitio” nos ha montado un geriátrico familiar y arrejuntando las pensiones de todos pueden vivir. No es humano cargarla con una criatura de año y medio trasteando. No soy capaz de despertar al niño, otra vez tendré que vestirlo dormido, apenas consigo que abra los ojos para tomarse la leche.

08:00 He conseguido fichar a tiempo, como el niño estaba dormido no ha protestado cuando lo he dejado en la guardería. Me siento en la mesa, me duelen los gemelos se nota que el niño crece, cada vez me cuesta mas llevarlo en la bici. Miro el correo, hoy tampoco hay nadie interesado en comprar nuestro coche, tampoco los culpo, entre el precio a que va el combustible y que saldan los coches nuevos que todavía usan derivados del petróleo. ¿Quien va a quererlo? Los coches eléctricos son artículos de lujo, nunca creí que llegara a usar tanto la bici. Faltan 2 compañeras. Me cuentan que una esta en el medico por una irritación cutánea debida a la falta de exposición solar y la otra ha sido despedida. Su hijo enfermaba a menudo y al ser divorciada, faltaba a su trabajo. Dicen que ha vuelto con su marido, aunque no se hablan ni se soportan, pero a ella no la contrataran siendo madre sola y él al no poder cumplir el régimen de visitas debido a su trabajo teme perder la custodia compartida de su hijo.

11:00 Saco a escondidas un bocadillo de la nevera, voy dando mordiscos y escondiéndolo en el cajón. El jefe no quiere que traigamos comida de casa. Dice que para eso hay una maquinita de snacks en cada planta. Si miramos en los cajones de todos lo trabajadores están repletos de comida. Me sigue crujiendo el estomago, voy al baño y me como a escondidas una manzana. Se me hace eterna la mañana.

14:00 Paramos para comer, como hace bueno salimos a los jardines del polígono, aquello parece un camping lleno de neveras y gente comiendo por doquier. Pienso en la comida de mi madre, esa comida calentita y rica, hasta el domingo no tocará. Aprovecho para ver la webcam de la guardería y ver como juega mi niño en mi pda. También hago el pedido al súper que recogeré al volver de trabajar. Entre compañeros hacemos bromas a un compañero que se va a casar por conveniencia, para poder hacer frente a la hipoteca, no es el primero que conozco. En la agenda salta la alarma, mañana es el cumpleaños de mi marido. No se me ocurre que regalarle que pueda disfrutar. Lo llamo con la disculpa de si necesita algo del súper para encargarlo, y preguntárselo disimuladamente. A penas me hace caso, tiene que entrar a fichar. Cuelgo y siento que vivo con un desconocido.

15:00 Volvemos a trabajar, el teléfono me taladra los oídos y el zumbido de las maquinas me marea. A lo largo de la tarde vuelvo a comer a escondidas, para intentar engañar al cansancio. Hoy tenemos inspección de trabajo, el gobierno se ha empeñado en hacer estas inspecciones continuamente en todo tipo de empresas aunque sean oficinas, debido al gran aumento de accidentes laborales y bajas por enfermedad. La verdad es que me siento agotada y pagaría por irme a dormir.

19:30 Me llama mi marido, ya ha recogido al niño en la guardería, el sale a las 19:00. Él lo baña le da de cenar y lo acuesta, mientras yo no llego del trabajo. Siempre me llaman y le doy las buenas noches al crío, murmulla algo como “no te preocupes mama”. Mi marido dice que el niño le ha contado que se despertó por la noche y lloró, y que nosotros no lo oímos. Solo quería agua. Me siento morir, como puede ser que estemos tan agotados que ni lo oigamos. Me refugio en el baño a llorar en soledad. Me siento una mala madre, cuando nos “embarazamos” no pensamos que fuera a ser tan difícil el poder atender al niño. Hace más de un año que mi pareja y yo, hemos perdido todo deseo, nos aterroriza tanto la posibilidad de otro embarazo que no nos fiamos ni de los anticonceptivos, no podemos asumir ni esa mínima posibilidad del 99,99%, sería nuestra ruina. Él siempre esta cansado, dejó de hacer deporte y abandono todas sus aficiones, único día libre de la semana lo dedicamos a estar con su familia y con la mía. Yo levanto al niño y el lo acuesta. Esa es toda nuestra vida familiar.

20:05 Salgo a todo correr del trabajo, paso por el súper y recojo todo. Al llegar se que tendré la cena hecha, pero todavía nos quedaran tareas por hacer. De vuelta me fijo que en mi barrio han desaparecido los gimnasios, los videoclubs, nadie tiene tiempo para ir, la mitad de comercios ya no están, pese a que existe el horario libre y todo abre todos los días, todo lo que se puede lo compramos online y solo vamos a recogerlo, los restaurantes se han reconvertido en puntos de comida para llevar.

21:00 Por fín llego a casa, el niño ya duerme, en un último esfuerzo ponemos lavadoras y preparamos cosas para el día siguiente. Mientras cenamos me cuenta que su compañera de trabajo recoge a su hijo en la misma guardería que el nuestro hoy, al irse, el niño no quería marchar porque decía que “el cole era su casa”. Mi marido trató de consolarla. Tengo un nudo en el estómago, no se si son celos, pero por esta vida, mi marido puede consolar a su compañera y yo tengo que llorar sola el que mi hijo soporte el que no tengamos energías para llevarle un vaso de agua.

23:00 Nos vamos a la cama, estamos tan cansados que apenas nos hemos hablado en la cena. Hoy solo hemos hecho que trabajar y las actividades básicas para la supervivencia, comida e higiene. Así de lunes a sábado. Normalmente caigo muerta hasta la mañana siguiente. Pero hoy no puedo, pienso y pienso. Oigo la respiración fatigosa de mi marido. Nunca imaginé que mi vida sería así, no se lo que es jugar con mi hijo, si come bien, o cual es todo su vocabulario, no se con que sueña mi marido o si todavía me quiere, simplemente convivimos, casi por que nos conviene. Hecho cuentas, hemos conseguido ahorrar este año, pese a que mi marido renunció a una parte de su sueldo al no admitir el tener que viajar en su trabajo. No hemos salido a cenar, al cine; no hemos comprado juguetes al niño, en casa no los usa; no hay clases de gimnasia, de deporte, no hubo viaje de vacaciones, ni combustible ni seguro para el coche ya que no se mueven. Hago cuentas y más cuentas… quizás si, podríamos intentarlo. Me duermo de puro agotamiento.

06:00 Suena el despertador. Me duele la cabeza, hecho de menos mis 5 minutos más. Tiro del brazo de mi marido, impido que de levante. “Cariño… cielo espera”, se gira le brillan los ojos, “¿sabes cuanto hace que no me llamas Cariño?”, sonríe. “¿Tiene todavía tu padre vacía la casa del pueblo?”, me mira sorprendido “Si, ¿Por qué?”, “he hecho cuentas, podemos, de verdad que podemos”. El niño llora, vamos a verlo. Solloza en sueños, mi marido le pone una mano en el pecho he inmediatamente se calma y sigue durmiendo. Me mira y sonríe “se lo debemos, intentémoslo”.

08:00 Lloro, hace mucho que no lo hago con el delante. Hace rato que los dos deberíamos estar trabajando, el niño sigue durmiendo. Hace rato que no decimos nada, solo sonreímos y caen las lágrimas. “Feliz cumpleaños” digo por fin, “es el mejor regalo de cumpleaños que me has hecho”, contesta.

Esto es solo una hipótesis de lo que puede pasar, y no creo que sea de las peores que se nos pueden ocurrir a cualquiera si semejante explotación se lleva a cabo y nos imaginamos un futuro inmediato. No dejemos que se nos coman lo conseguido, no volvamos al siglo XVIII o XVII, por nuestra dignidad, por nuestra salud, por nuestro futuro, por nuestros derechos. Que nadie especule con tu vida.

Morir Joven

La verdad, hoy y estos días, tras mi 3/0 con la amigdalitis (3-amigdalitis, 0-yo) tengo cada vez mas subidón, supongo que el solcito y las vitaminas empiezan a hacer efecto. Pero, al abrir al azar mi agenda me encontré con esto que escribí hace unas semanas tras leer el periódico con uno de mis cafés. Me ha hecho mucha gracia el tono tan desalentador.

Vivir solo envejece el cerebro. Creo que es lo último que mi cabeza podía soportar hoy. Después de leerlo, me he puesto a llorar en seco. Vivir solo a veces no es una opción, es una circunstancia no modificable. Me parece penoso adherirse a alguien por evitar la soledad. En un día en el que todos me gritan y nadie me entiende, el que digan que moriré antes por estar sola no me ayuda.

Que se mueran los feos

Mientras esperaba a que un semáforo dejara de sonrojarse. Escuché a una niña de unos nueve años:

-“Mamá, hoy en el cole hemos jugado a la botella”.

- ¿Jugasteis con botellas?- se escandalizo la madre de la criatura - ¿con cristales?

- Nooooo, mamá, era de plástico. Es el juego ese que tienes que darte besos o preguntas.

- Aaaahhh – respiró – ¿tu besaste a alguien?

- Noooooo a mi no me tocó, pero a un niño siempre le tocaba besar a todas y se podía besar aquí, aquí y aquí – dijo la niña señalándose los labios, las mejillas y el pelo – Pero aun niño le tocó besarme y me besó en el pelo.

- ¿Y era guapo?

- No mucho – digo arrugando la nariz.

- Pues tu deja que solo te besen son guapos, sino nada… solo los guapos, eh!.

El semáforo se puso verde y no pude escuchar más.

Aaaaay… los chicos… cuanta razón tiene esta madre, que yo empecé besando a uno feo y mira como acabé, jajaja. Que lo de “la bella y la bestia”, me duró hasta hace bien poco.
En fin… ¿Donde quedó la belleza interior y el ser buena gente?