La Cocina de Íncara

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Era una muerte anunciada. Como me he vuelto a quedar en paro y tengo mucho tiempo libre, voy a abrir un blog de cocina. Así cada vez que me pregunte alguien que como se hace porque esta muy rico, lo mando al blog y listo. Que aunque nadie se lo crea me lo dicen a menudo (aunque alguno discrepe). Lo que mas me gusta es la repostería soy una golosa incurable.

La Cocina de Íncara

No había contado que hemos aumentado la familia primero traje al idiotizador y él a su vez unos peces para que me hicieran compañía. Espero que los peces no me traigan a sus mascotas. Ocho nada menos, ya se sabe que los peces hacen una compañía tremenda, te escuchan, juegan contigo, te traen las zapatillas y te arropan por las noches. A mi me hace mucha gracia verles mirar la tele, en serio que lo hacen, todos juntitos en una esquina. La cara de pena que ponen para que les eche de comer abriendo las boquitas y como me chupetean los dedos cuando meto la
mano en el acuario, haciéndome cosquillas. A ver cuanto tiempo sobreviven conmigo.
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Cuaderno de bitácora día I

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Somos los peces de Íncara y el Idiotizador. Hemos conseguido un medio para comunicarnos con el exterior de la pecera. Estamos desesperados, preocupados y con miedo. Llevamos 24 horas sin ver al idiotizador, suponemos que se ha ido y no sabemos cuando volverá, nos preocupa mucho nuestra subsistencia. Nos ha dejado solos al cuidado de esta individua, menos mal que a la muy mema se le ha caído el portátil de Idiotizador a la pecera y tenemos esperanza de que alguien atienda nuestras suplicas. Lo primero que ha dicho ha sido que piensa ponernos a régimen y eliminar una de nuestras 3 comidas diarias. Dice que le han dicho que si comemos demasiado podemos morir. No sabe que si no comemos suficiente también. Es una mentirosilla porque asegura que no lloró, ¡ja! no que va, esta tarde hemos llorado todos, nosotros ocho desesperadamente al tomar conciencia de nuestra situación. Esta chica es un monstruo peligroso y sin sentimientos. El día que llegamos aseguró que nos pondría nombre a todos. Solo le puso nombre a uno de nosotros, “Cari” al que tenía cara de mala leche. Nuestro pobre compañero un pez fornido y serio desde entonces nunca ha vuelto a ser el mismo, ahora burbujea solo por los rincones. Además de vez en cuando mete el dedo a ver si puede tocarnos. Nosotros intentamos morderla, pero parece que solo le hace gracia. A ver si empezamos a conseguir un tamaño y peso considerables para un ataque en condiciones, pero debido a la irregularidad de suministros lo vemos complicado. Mientras esperamos ansiosamente que alguien atienda nuestras suplicas, la seguimos de una lado a otro mirándola fija y amenazadoramente, gritándole unas cuantas verdades. Se acerca, murmura que tenemos que dormir, va a cortar la luz del acuario donde hemos enchufado el portátil, nos quedamos sin conexión.

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Mas difícil todavía

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Otra de las cosas que deberían enseñarnos en el colegio es a comunicarnos y si se puede comunicarnos mejor y que el receptor entienda el mensaje. Por que si un cliente me dice “Hola, tenéis esto que se llama…, si que sirve para…” y hace un moviendo ondulante con los brazos, puedo decir veinte artículos diferentes antes de acertar con el que el cliente quiere. Y si no se inventan palabras directamente.

- Cliente 1: ¿hola tenéis “planteros”?
- Íncara: (o_O) ¿¿plan-te-ros??
- Si para poner plantas…
- Ahhh …macetas. Si, por alli…
- ¡No, no! ¡Planteros para poner las plantas!

- (Vale tu ganas) pues no, planteros no tenemos.

- Cliente 2: Hola, ¿tenéis intercambiadores de bolsos?
- Íncara: ¿perdón?
- Si para cambiar el contenido de un bolso al otro.
- Ahhh… un neceser que quepa dentro del bolso? Neceseres en zona baño.
- No, no, no un neceser no me vale, un intercambiador.
- ¿Pero que diferencia hay?
- Pues que metes las cosas dentro y las puedes cambiar de un bolso a otro.
- Ajá, entiendo es “como” un neceser, pero que cambias de un bolso a otro ¿no?
- Eso, eso.
- Vaya intercambiadores no tenemos
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Todo es reciclable

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En breve deberé realizar un regalo a un proyecto de persona. Lo siento por quien se sienta aludido, pero con 15 años creo y me incluyo que todavía somos o fuimos proyecto, algunos incluso con 40…
El caso es que quiero hacer un regalo económico y útil a partes iguales, un regalo de esos que no son ni de cumpleaños, ni de navidad, un simple detalle. Resumidamente un cumpli-MIENTO. Pero tengo un gran problema. El recibiente es masculino. Si fuera chica ya estaba todo solucionado. Solo tendría que pensar que recibí por esa época y listo. Pero claro a mis correspondientes años siempre recibí el mismo regalo de cumplimiento: Toallitas de baño. Si, si de esas pequeñitas que vienen en lotes de tres en tres, de las que se usan en el bidet, si tienes la mano pequeña claro, que si la tienes un poquito grande, te sales por los lados y te secas la… “palomita” con la mano. Ni os imagináis cuantas tengo por casa. Debe ser que antes de los 13-15 años uno tiene que secarse la “palomita” soplando, porque ni sabía de su existencia y después de la niña bonita es imprescindible sacarle brillo todo el día. Yo no les he encontrado utilidad hasta cumplir los 30 y nada tiene que ver. Regalarle algo al chiquillo que no use hasta los 30 como que no tiene gracia. Ya se que al chaval le gustaría mas un mp5, pero entonces rompería la cadena de los regalos cumplimiento y se convertiría en una espiral sin fin de regalos cada vez mas caros y ostentosos. Recordemos la regla económico y útil. Como no puedo regalarle toallitas, estoy bloqueada no se me ocurre. Tengo en la lista los conocidos calcetines blancos de deporte, los pañuelos de bolsillo con la inicial bordada y la practica cartera de símil-piel, regalos todos altamente apreciados por los adolescentes.

Otra opción es hacer como una clienta esta mañana, que se paseaba por la tienda con un cestillo cogido unas estanterías antes de donde me encontraba yo, la sección de cocina. Comentaba con su acompañante, también mujer lo siguiente:
-¿Qué le puedo meter en la cesta como regalo?... Mira que paños de cocina mas bonitos… no, no, esos con delantal y manoplas no, que son muy caros… mira que bien quedan aquí metidos… son mas bonitos que los que tengo en casa aquellos que ni estrené… sabes cojo los paños que tengo en casa y ya no le cojo nada mas… ¿Cuánto vale la cesta?... ¡2 euros!... ni hablar, busco una que tenga por casa, le pongo los paños y listo… nada, no compres nada que ya tengo el regalo.
Espero que los paños no fueran regalados por alguien conocido de la recibiente…

Decidido, que se prepare el chaval que voy a dar una vueltita a ver que tengo por casa.
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