Chucho y Valiente

Estas cosas son las que da verguenza contar. Las historia comienza un martes, ultimo día de vacaciones por la tarde, volviendo de compras. Cuando llego a casa y paro para abrir el portal y meter el coche. Nada mas bajar del coche ya estaba ahi mirandome fijamente, el chucho de los vecinos. Chucho de unos 45 - 50 Kg. que me llega a la cadera. Enorme, muy bonito y con cara de bueno. Podía verle en el brillo de los ojos las intenciones. El perro de los vecinos tiene obsesion por entrar en mi jardin he ir a escarbar a la parte de la valla que da con su caseta. Asi que intente razonar con el. "Vete, no entres". Pero animalito movia el rabo alegrente y esperaba pacientemente a que abriera la puerta. Asi que amistosamente le dije que tenia de tiempo para irse, lo que yo tardase en meter el coche. Abri el portal, entro el perro, por supuesto, meti el coche y perdi de vista al chucho. Asi que ya tranquila cogi las tropecientas bolsas y me di la vuelta dispuesta a subir a mi casa. Alli estaba justo detras mia, silencioso, moviendo el rabo sin cesar. Empece a gritarle que se fuera en todos los todos de voz posibles desde los mas cariñosos hasta los mas violentos y enfadados. Pero quizas el perro fuera sordo porque ni se inmutaba y seguía moviendo el rabo. Deje las bolsas y empece a hacerle gestos. Quizas el perro tambien era ciego porque seguia sin moverse excepto la cola. Me decidi a actuar valientemente, cogeria al perro por el collar y lo sacaria fuera tranquilamente, el perro era tranquilo y jugueton. Me sentia una valiente heroína. Di dos pasos adelante. El perro pegó un brinco acercandose y yo un grito Ahhh!. Y nos quedamos quietos los dos mirandonos fijamente. Cara a cara. Ni mover rabo, ni leches. Por mi mente pasaban todas esas cosas que dicen sobre los perros de pequeña, que si huelen el miedo y atacan, etc. Con todo mi poder telepatico yo le transmitia al perro, que no tenia miedo. Bueno, vale si lo tenia, pero al perro no podia transmitirle tal cosa. Mi insitnuo de superviciencia empezo a razonar cosas estupidas como, que si el perro al oirme se había asustado, quiza funcionaria. Poco a poco fuimos dando pasitos pequeños asi como girando. Mirandonos fijamente. Cada uno con la mente en su objetivo. Claro, que nos cortabamos el paso mutuamente. Cuando ya habíamos practicamente intercambiado de posición y cada uno veia su objetivo mas cerca, (yo hacia arriba hacia mi casa y el perro hacia abajo al jardin) el chucho hizo un amago de darse la vuelta y ir hacia abajo. Momento que mi subconsciente aprovecho para ponerse a salvo. 1º gritar , antes habia funcionado no? por el rabillo del ojo vi que el perro corria hacia abajo. 2º correr con las bolsas hacia arriba. Imaginad una opera de Madame Butterfly en la que entra una rata... pues asi gritaba yo, lo reconozco. Sali como una centella sin mirar atras, hasta que tropece y me cai todo lo larga al suelo. En ese momento perdi sentido de coherencia y me imagine que le perro viendome en el suelo podía pensar en lo divertido que sería saltarme encima para jugar. Imaginad que en vez de una, en la opera, había una docena de ratas. Me levante con algo debajo de la mano que resulto un tacon de mi zapato. Llegue a la puerta me meti y cerré. El portal quedo abierto. El perro que hiciera lo que le diera la gana, como si quería bañarse en la piscina, yo no le iba a molestar en absoluto. Me hice heridas en la rodillas, que dolieron durante un monton de tiempo. Que yo recordase de pequeña estas cosas no dolian de semejante manera inhumana, sera la edad... ¿Alguien a visto sonreir alguna vez a un perro? yo creo que este se reía a carcajadas.

Frase del día

Ayer en un arranque de ingenio, cuando veo venir a un compañero de trabajo con su gabardina clarita, dispuestos a irnos, le digo sin pensar.
Eres como batman... pero de chocolate blanco!
Como se resetea un cerebro???

Güil vi friiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Hace unos 30 minutos se han ido mis jefes por la puerta en viaje a madrid. El que me cae bien, al salir volvió sobre sus pasos y me dijo: No monteis una fiesta muy gorda!
Tengo dos jefes uno nos cae muy bien y otro muy mal. Lastima que el que no trago tambien es jefe del que me cae bien.
Asi que hace un rato 3 de mis compañeros estaban de charla y el resto viendo webs.
Ahora media plantilla se ha ido a desayunar, otro esta hablando con su novia, a otro se le ha estropeado el ordenador y se ha puesto en el despacho del jefe, otro esta viendo muebles de ikea y yo escribiendo en el blog.
Y es que no hay nada como la libertad laboral.
Se mejora el ambiente, se crean lazos entrañables con los compañeros y yo creo que hasta somos mas productivos.
Hay quien esta haciendo orden en su despacho, para que los jefes no vean que de verdad trabaja.
He hecho una venta sin descuento, he adelantado unos asuntillos.
Una compañera deseperada esta tratando de ligar que la oigo yo desde su despacho.
He descubierto un blog que se ha ganado un puesto en mis favoritos.
He tenido proposiciones de sexo sin compromiso, por parte de un compañero, con azotes incluidos.
Un cliente de viaje a Tanger, mientras esta tirado en barajas, me dice por telefono, que como ha estado dandome mucha la lata estos días que, que quiero que me traiga de Tanger. Yo le he dicho que algo bonito, lo que vea por alli que le recuerde a mi. (¿Alguien sabe si hay ñus en Tanger?, Por cierto alguien sabe decirme donde esta tanger?)
Vamos que es una lastima que mis jefes vuelvan esta noche.
Libertad, libertad...

Musicas de ayer y de hoy

Hace años estaba escuchando musica, en concreto Melon Diesel, el primer single con que se dieron a conocer "Contracorriente". Ciertamente no es una canción para echarse una siesta precisamente. Y se acerca mi abuela que estaba de visita unos dias y me dice:
- ¿No tienes algo mas alegre?... - se queda pensativa y me dice - Algo como... Manolo Escobar!

Marronilandia

Puedo decir en líneas generales, que me gusta mi trabajo. Me gusta tratar con la gente, con ordenadores, con coches y con conexión a Internet todas las horas laborables. Claro que tiene sus cosas negativas, sino no me pagarían por trabajar. Habría alguien que lo haría gratis y por gusto, y no es mi caso precisamente. Incluso habiendo superado la semana negra, podría decir me gustaba. La semana negra es esa semana en la que todos los días tienes por lo menos una movida gorda, gorda, gorda. Día tras día. Pero no los comunes problemas de todos los días, no, marrones con todas las letras, espesos, gordos y malolientes.
Después de un lunes negro, el martes la tensión acumulada me hizo soltar veneno por la boca. Me sentí como ese bicho de la película de Jurasic Park, el del cuello extensible, que echaba una baba negra por la boca. Pues así estaba yo, cubriendo de pies a cabeza a mi jefe, aparte del veneno también lanzaba dardos punzantes a los ojos . Así que mi jefe me retiro la palabra de manera no oficial, durante 2 días, solo me daba los mínimos saludos y de mala leche. Ahí me di cuenta que esa sería mi semana negra. El lunes sumaba ya 9 problemones de los gordos, de los cuales uno solo había tenido la culpa yo, pero me tragaba bronca por todos, de jefes, clientes y compañeros. El martes las cosas se calmaron, salió el sol, el mundo era más bonito, los pájaros cantaban, yo llevaba una compresa con alas y recupere la ilusión por volver a trabajar .
Entonces el miércoles apareció EL. Este cliente llevaba toda mi semana negra llamándome mañana y tarde, literalmente para saber como iba el proceso de entrega de su compra. Proceso que yo explicaba detalladamente una y otra vez, en cada llamada. Para ayudarme ciertos “compañeros” laborales la pifiaron repetidas veces retrasando todo ese proceso. Así que a las 4 menos cinco que llegue, sonó mi teléfono con una nueva llamada del cliente, que yo no respondí, por “pesao”. A los 30 segundos tenía un email del susodicho. En ese preciso instante apareció mi jefe con una nota que le habían dejado en el contestador del mismo cliente preguntado por mí. ¡Que persecución! Así que descuelgo el teléfono, sacrificada a llamarle, pero no llegue a poder hacerlo. Yo no se si es una nueva modalidad de ocupación o si es que hay gente que no tiene nada que hacer. Pero con el teléfono aun en la mano, aparece el cliente que se sienta en mi mesa y me dice que mientras no le de una solución no se me mueve de allí. Vale podemos decir que el cliente tenía razón en sus quejas y que no se podían rebatir. Pero después de una hora de escuchar su bronca y decirme que ya sabía que yo no tenía la culpa, pero yo era la única que daba la cara, había matado mis ilusiones, odiaba profundamente mi trabajo, me arrepentía de haber dicho que si a trabajar aquí, quería desaparecer o cargarme al señor . Que yo lo entiendo todo, pero la paranoia no tiene disculpa, porque cuando se cansaba de hablar se me quedaba mirando fijamente, callado, así que daba miedo. No sabia que preferir, la verdad. No se como, porque me seguía donde fuera, conseguí enchufárselo a mi jefe y desparecer al final, que se notase que es jefe y que diera la cara, que la mía no tenia mas trozos que partir.
Mañana ha dicho que vuelve .
Tierra trágalos… pero muy hondo…y con varias capas de tierra por encima.

Menganita

Siempre, desde hace muchos años, he querido hacer una tira cómica. Soy una enamorada de los dibujos animados. Como la 1ª gran superproduccion de momento va un poco corta de presupuesto y de tiempo, voy a aburrir al personal con unos garabatillos.
Las aventuras de la vida no son solo de palabras.



A parte de por mis limitaciones artisticas, pido dispiculpas por la limitaciones de mi scaner de tecnologia "apunta" (apunta que hay que hacerse otro nuevo).