Oh la lá, Incara en Paris II

Seguro que alguno ya pensaba que me había quedado para siempre en Paris, jeje pues no, pero ganas no me han faltado. Se que dije que mantendría informado al personal al día pero allí es todo tan… boniiiiiiiiiiiiiito, que no quieres cerrar los ojos ni para dormir (Palabras del Idiotizador: ¿Cómo: que hemos madrugado para estar aquí a las ocho y que te diera tiempo a ver muchas cosas, y ahora tampoco quieres dormir, para ir a ver cosas por la noche?) Seguiré donde me quedé secuestrada en un hotel, rodeada de conejos por todas partes…

Secuestrada por el Idiotizador, tenía que trabajar al día siguiente de llegar yo y no salía hasta las 3 de la tarde. Ejerciendo de novio celoso.
-Jooooo, pero yo quiero ir a ver cosas…
- No te dará tiempo.
- Cojo el tren voy y vengo, puedo hacerlo sola perfectamente.
- Jajajajaj si claro… te levantaras tarde…. ¿a las 12? Una hora de tren al centro, la 1, otra de vuelta, a las 2 tienes que salir para estar aquí a las 3, nada tienes una horita para ver cosas.
- Que noooo que madrugare y hare turismo.
- Promete que si te despiertas tarde no iras.
- bueeeeeeno valeeeeeeee, pero que sepas que madrugare.
- juas, juas, juas


Viernes por la mañana me despierto… miro la hora… las 11:30… mier…coles …touche! Perdí la mañana en el post anterior que habéis leído y leer guías turísticas de la cuidad para ponerme los dientes largos. Cuando por fin apareció el idiotizador por la puerta, os aseguro que tenía ganas de llevar una correa entre los dientes, correr de alegría alrededor de él, morderle el bajo de los pantalones y tirar de él fuera del hotel.

Cuando por fin vi el primer trocito de la Torre Eiffel me caían las lagrimas, ¿emoción? Quizás, pero es que Paris es muy bonito, tanta flor, tanto polen, mortal para la alergia. Si tuviera que describir la cuidad con un sonido sería el clin, clin, clin de los llaveros con forma de torre Eiffel que tienen los vendedores ambulantes en una especie de aros. Y eso fue lo primero que conocí de Paris nada mas bajar del metro una marea de marroquíes agitando llaveritos acosándote para que compres. Aun cierro los ojos y los oigo “clin, clin, clin”... que romántico…clin, clin, clin, “barato, barato”, “clin, clin, clin”… ooooh Paris….

Continuara…