Abandono

Esta semana me he encontrado tirado por la calle una zapatilla con forma de vaca, unas bragas, un trozo de jamón de tamaño considerable y media tableta de chocolate intacta.
La zapatilla tenía pinta de haber sido lanzada contra alguien que la esquivó y fue a colarse por una ventana abierta, hasta caer en la fuente. Las bragas en medio del paso de cebra quizás se habían escurrido de alguien tras una dieta milagro, como le pasó a una amiga mía que tras tropezar con ellas, las dejo allí abandonadas diciendo “eso no es mío, eso no es mío”. El trozo de jamón abandonado en medio de una rotonda… no se, no soy capaz de encontrarle alguna explicación coherente.
Pero sin duda lo que mas me llamó la atención fue el chocolate. Estaba en la acera de un mini pueblecito, con todos sus mini negocios todavía cerrados a las 6 de la tarde. Yo iba a visitar una oficina, cerrada por su puesto, cuando la vi. Aun conservaba el papel de aluminio. No había a la vista, ningún ser vivo de 2, 4, 6 patas o más, ni grande, ni pequeño. Tampoco parecía mordisqueada. ¿Quién podía haber abandonado aquel tesoro?
Cuado era pequeña media tableta de chocolate, era un tesoro incalculable, algo de gran valor que jamás hubiera sido olvidado, abandonado o dejado a su suerte. Cualquier otro niño, gato, perro o bicho hubiera dado buena cuenta de ello.
Porque jamás veíamos un trozo mas grande que la fila de cuadraditos. Aquel tesoro se hubiera escondido a buen recaudo, o se hubiera utilizado como moneda de cambio, o nos hubiera ayudado a conquistar el amor no correspondido. Y si alguien la hubiera sacado de la cartera como por arte de magia, el coro de ojillos mirones hubiera exclamado al unísono: ¡Ooooooooooh!.
Pero aquella tableta estaba intacta. Sentí lastima. ¿Qué ser humano atiborrado y hastiado de todo, desvalorizaba el dulce y perfumado tesoro?
Cómo podía ser que todos los animalillos cercanos se sintieran tan cebados de rebuscar en las basuras como para también rechazarlos.
Por su puesto no la recogí. ¿Quién sabe que maltratos y vejaciones había sufrido la media tableta de chocolate, como para ser despreciada de aquella manera?

No hay comentarios: