Debería probarlo

Cuando veo a un desconocido con un perro bonito y sociable (soy un imán para perros y niños pequeños), suele surgir la típica situación; comentarios sobre lo bonito que es el perro, como se llama, sobre la raza, la edad. El dueño o dueña le abre la boca si tiene pedigrí y si es simpático hace que el animalito haga alguna gracia. Para el dueño suele ser algo de lo mas normal que le dirija yo, o cualquier otro, la palabra. Hace poco traje desde 700 Km., un cachorro de mastín, para unos amigos. EL pobre bicho se mareaba mucho, cada hora y media tenía que parar, en las áreas de servicio. El pobre perrito, cuando se reponía del mareo parecía una atracción de circo. Perseguía a los niños, todo el mundo quería acariciarlo y el se dejaba. Así que conteste muchas preguntas sobre el nombre, la edad, la raza, etc. Los perros son una poderosa arma para ligar. Tampoco me parecieron mal los comentarios sobre cuanto crecería, lo grande que se haría, que si tendría mucho genio, etc. Yo iba toda orgullosa con el cachorro, que en el coche se hacia un ovillo silencioso y en cuanto pisaba hierba parecía enchufado a una corriente eléctrica. Sin embargo la misma situación con pequeñas modificaciones no parece tan normal, quizá un día lo pruebe.
Por ejemplo, chica acompañada de un chico guapo: - Huy, que chico mas guapo llevas…
- Si verdad, se llama Fulanito y tiene 27 años. Mira, mira, tócalo y ya veras que piel más suave tiene… Yo rascándole detrás de las orejas y el cuello – Es precioso y que grande para la edad que tiene!
- Fulanito, Fulanito, abre la boca para que esta chica te vea el pedigrí. - Es una monada, pues estos crecen un montón…
- Huy si, no veas tu que grande…

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