Vuelta de tuerca

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El post anterior os comentaba el conocimiento de las andanzas del novio de una amiga, y me sorprendisteis bastante. Primero por la rapidez de contestación, pero si publico de pascuas a ramos. Pero sobre todo, por esa amistad solidaria de la que hacéis gala de “cuéntaselo es tu amiga”. Lo que no me esperaba es que nadie pusiera el grito en el cielo ante más rotunda declaración “Anoche por fin ligué”. ¿Ni un poquito de curiosidad?, que mal me vendo. Desde que no me pasan absurdeces, esto esta de capa caída.




Estaba con mis comeduras de coco, cuando mi amiga (ignorante cornuda) entra por la puerta de mi chiringuito con cara de haber visto un fantasma. “Me libré”, pensé, el mal trago lo pasó otro y ya lo sabe. Me empecé a sentir mal, porque quizá debería habérselo dicho yo y no una arpía cualquiera, de esas que disfrutan con esas cosas. Estas cosas tratas de guardarlas en un cajón y siempre te acaban estallando en la cara. Yo tan intolerante al adulterio. Quizá su novio le dijo que me vio y viene a echarme la bronca de quedarme callada, y no había decido nada aun. Solo me estaba dando tiempo a buscar las palabras adecuadas. Yo tan intolerante al adulterio, acaba de perder toda mi dignidad.



Entonces me espeta sin anestesia: “Le he puesto los cuernos”.
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