Santiños

CV. arrojados al abismo hasta la fecha: 56
Entrevistas rechazadas por teléfono porque yo lo valgo: 6
Puestos en que he sido aceptada y he rechazado, si, porque yo lo valgo: 4
Entrevista presencial número: 11
Lugar: Una academia perdida en la nada, sin numero en la puerta, ni cartel en el patio interior.
Tiempo en espera: Llego tarde, no lo encuentro, llevo 10 minutos dando vueltas.
Titulito del puesto ofertado: curso de atención al cliente en portugués.
Empresa: No sabe, no contesta.

Entre mis múltiples obligaciones como parada, aparte hacer entrevistas compulsivamente y dar un poco de guerrilla a familiares y amigos, también tengo que simular que busco empleo con ahínco. Así que hay que apuntarse a algún curso del inem. Pues para ampliar cultura portugués e ingles. También porque para el resto pedían un tipo de estudios que yo no tengo. Iba con miedo. Miedo a que si no aceptaba el curso me quitarían la prestación. Por lo que ponía en la carta se suponía que iba a una entrevista para saber si me aceptaban en el curso o no. Y yo iba dispuesta a hacer lo que fuera para que no me aceptaran. Cuando tras un laberinto de pasillos y oficinas en las que nadie sabía nada, llegue junto con otro chico a un aula grande con mesas en u y medio llena. Me senté en una esquina. El que hacia las veces de entrevistador lo 1º que nos dijo fue que no se iba a descartar a nadie, solo era una entrevista para saber el nivel de cada uno y formar grupos homogéneos. Mi corazón empezó a palpitar no me libraría del curso. Después dio los horarios. De 9 a 2 todos los días, hasta el 7 e septiembre. ¡De 9 a 2! ¡Todos los días!. Que barbaridad. Si a la tercera hora era imposible que te acordases de lo que te habían dicho la primera. Solo dejaba las tardes libres y si cualquiera de los que estábamos allí quería buscar de verdad empleo no le iba a dejar mucho tiempo libre. Además las entrevistas suelen hacerlas por la mañana, y más en verano. Nada, dejaría de cobrar, todo mi plan estival a la basura y a buscar curro rápidamente. Mientras en entrevistador repartía las fichas con los ejercicios, con cara de buena persona le pregunte que podía pasar si rechazaba el curso. Nada, me dijo. Tranquila que no me quitaban la prestación. Volví a respirar, desde que había entrado no lo había hecho. Se hizo el silencio y todos comenzaron a rellenar la ficha. Entonces empecé a estornudar y como en el aula no había mas muebles que las mesas, retumbaba mucho. Me miraban como si estuviera tuberculosa. Excepto el de mi lado que se partía y no para de decirme “santiños”. Rellene mis datos y deje la ficha en blanco. No tengo ni idea de portugués. En la entrevista personal dije a todo que si. Aun estoy esperando a que me llamen para empezar… se habrán abrumado con mi nivel de portugués y les estará costando encontrar alguien me iguale. Yo voy poniendo velas a los “santiños” para que aparezca el ingreso el día 10. Que ahora, para mí, fin de mes es del 5 a 10.

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